EL LLAMADO DE LOS TOTONACAS

La energía de la tierra de Papantla, Veracruz, me estuvo llamando a lo largo del año 2018, hasta que llegó noviembre, con una señal dada por los Martinez Lazalde, quienes sin esperar un instante se apresuraron a pagar su manda, ofrecida al dios Totonaca. Para mi sorpresa, el llamado fue a la zona arqueológica de la Ciudad del trueno: ‘Tajín’.

Partimos de la Ciudad de México, bordeamos el volcán ‘La Malinche’ y pasamos por Huamantla, Tlaxcala, en donde tuvo lugar mi primer escenario espiritualmente natural, con una vista extraordinaria frente a la iglesia de San Luis Obispo y al museo de Rosete Arana (quien fuera el titiretero más famoso de México y del mundo). Así, reconocí mi preparación para el encuentro con la gran tribu de los totonacas. Un frío desayuno nos obligó a continuar hacia la sierra norte de puebla y visitar Cuetzalan, con su sitio arqueológico de Yohualichan, donde, para mi sorpresa, su sola energía acompañada de una sinfonía de pájaros de la región, anunciaban mi pronta llegada al Tajín.

La noche nos ganó y descansamos en un hermoso hotel en Poza Rica, respirando su abundante vegetación, para que llegado el séptimo día nos recibiera el gran imperio de los totonacas.

El día llegó nublado y sin Sol, pero la energía del Tajín bastó para sentir su gran recibimiento, bajo la presencia espiritual de un totonaca que nos dirigió, en todo momento, durante nuestra permanencia en la zona arqueológica. Entonces, escuché al guía espiritual diciéndome que siempre debemos inclinar nuestras cabezas y entrar por el lado derecho, así como de subir las escaleras de izquierda a derecha para llegar a la explanada o cima de las pirámides que, en forma de nicho, representan cada día del año. Era majestuoso ver todo eso, nunca en mi vida había visto un complejo tan grande, después de Tikal en Guatemala y de Machu Picchu en Perú. Mis ojos no daban crédito de lo que estaba viendo y sintiendo.

El cielo seguía nublado y después de más de tres horas de recorrido, una fuerte energía casi me tiró al piso, y una voz con poder me informaba que estaba cerca de una inesperada comunicación paranormal. Luego de veinte o treinta pasos, terminando de ver una de las tantas pirámides, volví a escuchar la misma voz: ‘Aquí es varón’ (estaba frente a la portada del Sol, justo frente al reloj solar). A continuación, escuché una gran voz, proveniente de las alturas, que me daba instrucciones, como: ‘Ponte de espalda a la portada, ahora mide la distancia de tus pies, que deben de medir treinta centímetros de punta a punta, levanta tus brazos…’. En ese instante, ante mis ojos, los cielos se abrieron y un Sol muy brillante y ardiente, como un trueno, cayó sobre mi ser. Sentía que ardía en llamas y sorprendido vi bajar al dios de los totonacas, en forma de ave, que se posó delante de mí, así como otros seres que se ubicaron detrás de mí y me impusieron una especie de capa o manto. El sabio totonaca, tomando la palabra, me dijo: ‘Por orden de la gran luz, de quien todo lo puede, te hemos llamado a ti varón para hacerte entrega del ‘bastón de mando’. Con él, tendrás el poder de invocarnos y nosotros cumplir con los mandatos señalados para tu obra, en ello está el poder de la justicia’. ‘Anda y continúa con los mandatos señalados’. Finalizó diciéndome: ‘No te asustes varón con lo que has visto, es poder del Creador’. En ese momento, se cerraron los cielos y no hubo más Sol.

Los testigos hablarán por sí mismos. ‘Bendito sea el imperio de los totonacas y el poder que Dios les dio’.

30 Comentarios

Nora

24 enero, 2019 a las 22:39

Maravilloso!!!

24

Ene

EL LLAMADO DE LOS TOTONACAS

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