RECORDEMOS QUE LA VIDA ES HERMOSA Y BELLA ¡FELIZ PRIMAVERA!
Se siente el equinoccio de la primavera y lo veo venir en el cenit del Sol más fuerte del 2015, con sus rayos que golpean nuestra piel y nuestra respiración evaporada por el aire, rogando no caer en la deshidratación. Veo las montañas sonreír con flores multicolores y percibo la alegría de las personas ante su esperado cambio de vida, deseosos de morir y de dejar todo cuanto no les sirve en este trayecto de vida mundana, y tomar un nuevo rumbo que nos lleve a la gloria.
A través de estos años, he visto subir y bajar a cientos de creyentes y paganos en las pirámides del mundo, manifestando que la energía que toman los hará más buenos, productivos y/o famosos. Creencias ancestrales poco convencionales, mientras que otros se detienen en el tiempo y en la incredulidad de que estos pasos nos harán cambiar lo que por orden y derecho tiene que llegar, porque escrito está en el libro de la vida y que nadie puede cambiar.
Manifestado me ha sido por el Hacedor de todo cuanto existe, que la manera correcta de recibir toda esa fuente de energía de vida es hacer lo siguiente: en el centro de sus casas poner un vaso con bálsamo cristalino y en oración pedir que se retire todo mal en la Tierra y prevalezca su sacra luz. El agua es fuente de la vida y espejo divino que nos regalará a nuestras almas la depuración y la bendición (cualquiera que fuera el caso) que nos acompañará seis meses, para después entrar al solsticio y reanudar nuestro compromiso de permanencia.
Que renazca el amor en todos ustedes y les recuerdo que la vida es hermosa y muy bella, ¡Feliz primavera!
9 Comentarios
Jesús Toledano
26 marzo, 2015 a las 17:26
Muy bonito artículo Iván, tienes razón en que la vida es bella y hay que disfrutarla y preocuparnos más por las cosas que Dios naturalmente nos da y dejar a un lado lo material. Bendiciones y abrazos Iván.
Alan
26 marzo, 2015 a las 17:43
Iván:
Me quedo con estas palabras: «El agua es fuente de la vida y espejo divino que nos regalará a nuestras almas la depuración y la bendición», porque si entiendo bien, el agua —no los amuletos, ni pirámides, ni magias— es vida, y una vía sencilla y bendita para acceder a Dios.
Guillermina Rendón Yépez
26 marzo, 2015 a las 17:52
Con mucho gusto recibiendo los mensajes que a traves de ti nos hace llegar nuestro Padre, gracias por compartir.
Que Nuestro Señor te siga llenando de Gracia, Bondad y Amor.
GUADALUPE SANCHEZ
27 marzo, 2015 a las 1:20
Feliz primavera también para ti IVAN !!!!!
creo yo que los 4 elementos en su manifestación extrema nos invita a modificar nuestro vivir.
teniendo ellos el poder, la fuerza, y cumplen con el mandato divino.
la madre tierra nos recuerda que esta viva y ella también tiene derecho a tener un buen vivir.
cuidemos este planeta y vivamos en armonía con ella.
gracias por la instrucción que te dio DIOS para hacerla en nuestro hogar a beneficio de nuestra alma y hogar.
y recordarnos que el agua es un elemento muy importante para nuestra evolución, ya que es el un espejo divino.
BENDITO DIOS POR ESTA GRAN BENDICION.
GRACIAS IVAN QUE DIOS TE CONSERVE CON BIEN POR MUCHO TIEMPO A TI Y A TU FAMILIA.
Lilia Angélica Vallín Esparza
27 marzo, 2015 a las 9:15
Hola Iván, si, Dios nos ha dado todo para ser feliz, pero en muchas ocasiones dejamos que triunfen nuestros miedos.
Por eso debemos mantenernos en oración para permanecer en Dios, ya que él es nuestra fortaleza.
Y con la obediencia, y cumplir lo que se nos indica a través de ti, gracias Iván por ser mi guía, Dios te bendiga. Y así será.
Te queremos mucho.
Gracias 🙂
Elvira Piña
27 marzo, 2015 a las 13:20
Muy bonito mensaje Ivan, te envío un fuerte abrazo, saludos a Perita
Teté
31 marzo, 2015 a las 15:14
Hermoso….
Rocio
4 abril, 2015 a las 0:55
Feliz Primavera amigo y feliz por tu linda amistad. Regalo de Dios su creacion como tu amistad. Un fuerte abrazo y bendiciones
carmen
10 abril, 2015 a las 23:39
hola ivan ,
muy interesante tu articulo y sobre todo la manera de ver los milagros que aun Dios envía al planeta tierra para que reafirmemos nuestra fé y nos acojamos a él.