LA IGNORANCIA TIENE MUCHOS NOMBRES cito los menos importantes…

Cuando la humanidad lucha incansablemente por el bienestar y la salud del planeta, otros seres  se desgastan haciendo daño y en su tarea diaria se alimentan de perjudicar a los demás. El Perú no es la excepción, con su marca propia aplauden día a día la absoluta ignominia con su lema: «no servir a Dios ni al diablo», mestizaje impío, heredado por cerebros grises. Dicen defender los derechos humanos y, por sus intereses personales, caen en prácticas mundanas de deseos pasionales, en escándalos publicitarios, solo por querer estar en boga, con sus risas macabras, selladas por su falsa e improvisada actuación, y en su ridícula vanidad se aplauden mostrando, una vez más, su gusto de figurar por la ambición del poder. Ejemplo de traición a la patria es Mario Vargas Llosa, digno ejemplo de  falta de magnanimidad, que lo único que hace es gastar su tiempo (dicho sea de paso improductivo) manifestando críticas irregulares en torno al indulto humanitario al ex presidente Alberto Fujimori Fujimori; así como, realizando una campaña proselitista al visitar universidades y presumir una ridícula medalla europea que muy pocos y auténticos escritores ambicionaron, sino que prefirieron dar y seguir dando en silencio su aporte a la humanidad. El Perú renuncia a todas esas vejaciones y seguirá en la lucha por la razón de ser, y esperará a un verdadero salvador de la lengua hispana, aquel que será ejemplo de humildad, de nobleza y de enseñanza para las futuras generaciones, quien liberará a la sociedad marginada escribiendo una verdadera  historia en la lucha por la igualdad y el bien común.

Otro que a la par se mueve, con una mitra obsoleta y absurda, es un supuesto líder religioso, seudopolítico, llamado Luis Bambarén Gastelumendi, que en vez de predicar el amor y el perdón se desgasta defendiendo las leyes mundanas y la ciencia con sus estúpidos ensañamientos en contra de un gobernante peruano, como Alberto Fujimori Fujimori, por quien, según nuestras capacidades fundamentales y el derecho de nuestro libre albedrío, proclamamos su indulto humanitario. Lamentamos la postura del Gobierno peruano, pues se deja dominar por cruentas imposiciones del pasado, como los españoles, y que aún, en su visión de colonialismo moderno, captan inversiones por medio de sus multinacionales e imponen su supuesto poderío, raza de traidores, de sangre malhechas y de cerebros enajenados. En mi plenitud, y en mi conciencia cabal por destruir al mal, levanto mi mano y hago un llamado a todas aquellas mentes iluminadas, para que muy pronto nuestro mundo sea gobernado por la nueva razón de vivir. Bien sabemos que en el planeta Tierra no hay hombre que lleve la perfección y en nuestra capacidad divina de la compasión (don heredado para sus elegidos), apoyamos el indulto del ex presidente Fujimori. Muchos se equivocaron, pero la vida no es para dañar sino para ayudar a los demás, la vida es para respetar y no para desgraciar o humillar.  Hablar mal de quien en estos momentos no tiene el balcón para defenderse, no nos da el derecho de decir que tenemos la razón. Reconozco que son seres vulnerables que dicen llamarse polémicos y que sus voces carecen de la verdad. Que el Todopoderoso juzgue con rectitud a todos esos payasos políticos y religiosos, que dicen ser actores de la democracia y que se suelen llamar escritores. Mi deseo es que las fuerzas de las voces juzguen con rectitud esas bocas y que sus decendencias sufran el dolor por la ignorancia de su heredad, quienes publican para destruir y no para construir. Que la verdadera historia sepulte todas esas críticas y  que sus nombres nunca sean recordados por la eternidad.

Que todos los medios de comunicación renuncien a la hipocresía y al desorden de nuestra lengua. Portemos una sola medalla, que nos defenderá de esos cerebros corruptos maquiavélicos. Levantemos nuestras voces para poder escribir con sabiduría, llevemos en nuestra mano derecha la pluma del amor y en la izquierda, el libro de la paz. Que nuestras lámparas nunca se apaguen y que la esencia y decencia del buen hablar nunca se pierdan con nuestros escritos, porque la ignorancia tiene muchos nombres y hoy quise citar los menos importantes.


Un comentario

Daniela

17 febrero, 2012 a las 16:32

Hola Iván, que gusto leerte y leerte así. Me dejas fortaleza, enseñanza, compasión, amor y sobre todo una exquisita esperanza en el corazón. Recibe mis saludos afectuosos. Gracias. Te quiero mucho. Abrazos. Daniela Rey

Responder

Responde a Daniela

Cancelar