TLAZOHTLALIZTLI.

 

 

 

 

 

 

 

 

«Vi descender desde el cielo a una poderosa tribu, todos ellos con enormes penachos, unos más grandes que otros, demostrando su peculiar jerarquía. Indiscutiblemente se trataba de un rito religioso por sus características y elementos, se trataba de una coronación muy especial, pudiéramos decir que era sin duda una boda Azteca.

Levantando Xóchitl de la Pradera un utensilio de barro y llamando a los cuatro  vientos pedía permiso, en su lengua natal, para dar el inicio al ritual. El humo del copal se elevaba hacia el más alto cielo, el carbón de piedra estaba ardiendo al rojo vivo y todos, en silencio, presenciaban la fina y perfecta entrega. No hubo nada ni nadie que perturbara aquella mágica ceremonia.

Elevados y en trance espiritual, el sahumerio no se hizo esperar y la fiesta empezó, no había ruido alguno que los hiciera despertar, ni los pétalos blancos que caían sobre sus testas, era una unión perfecta, por el mismísimo Dios. Solo se vio unas lanzas levantadas, en cumplimiento a la orden del Tonatiuh, y con sus brazos abiertos  Axayácatl y Cuauhtémoctzin dieron paso a una gran luz, que cegaba a todos, quedando envueltos como el Sol.

No hubo nadie que explicara aquel acto tan especial, solo dijeron, «que escrito es y está», que es la voluntad del Creador y que nadie mancillará tal honor. Sus nombres salieron de la palabra amor, no llegan a más de cuatro letras, pues fueron elevados a la perfección tanto en la vida terrenal como en la espiritual. Uno por ser el profeta de la Misericordia de Dios y el otro, por ser el profeta del seguidor; ambos primogénitos, que larga vida les alcanzará».

Dedico esta nota a dos seres extraordinarios que forman parte de mi vida actual: Axayácatl y Cuauhtémoctzin, grandes guerreros que día a día me enseñan su lenguaje singular y que en ellos se encuentran los ritos proféticos llenos de sabiduría ancestral, que tan solo en la obediencia lo podemos lograr.


3 Comentarios

EDUARDO JURADO OJEDA

14 noviembre, 2010 a las 17:31

HOLA, IVAN QUIZAS NO ME RECUERDAS O NO ME CONOCES, SOY EL HIJO MENOR DE TU TIA RAQUEL OJEDA QUEVEDO PRIMA HERMANA DE TU MAMA, ENCONTRE TU PAGINA PORQUE ESTUVE BUSCANDO ALGO ACERCA DE MI ABUELA ZORAIDA QUEVEDO ZAIZER Y ENCONTRAR ALGO SOBRE SUS ANTEPASADOS, ENCONTRE TU NOTA SOBRE MI TIA GUILLERMINA Y ES MUY LINDA, YO DESDE HACE 10 AÑOS VIVO EN EL ESTADO DE NUEVA JERSEY EN USA, LAS ULTIMAS VECES QUE VI A TUS PADRES Y HERMANAS FUE CUANDO TU PAPA TENIA UN PEQUEÑO NEGOCIO EN LA GALERIA POLVOS CHALACOS ALLA EN EL CENTRO DEL CALLAO, YO TENIA TAMBIEN COM MI ESPOSA UN NEGOCIO DE BAZAR, CUIDATE MUCHO Y SIGUE ESCRIBIENDO SEGUIRE AL PIE SOBRE TU PAGINA.

SALUDOS , EDUARDO.

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Iván Rivoín

18 noviembre, 2010 a las 21:44

QUE BUENO, ESPERO QUE NUNCA ME PIERDAN LA PISTA
PUEDEN ESCRIBIRME A MI EMAIL rivoin@hotmail.com.
BENDICIONES,

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Baterista Leo

13 noviembre, 2011 a las 4:04

exelente nota!! me ha sacado de un mega problema y al mismo tiempo me da inspiracion final para un proyecto… saludos y gracias x hacer esto 🙂

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