RESTOS DE ABRIL
Antes de que me viera nacer en este mundo, te elegí desde el más allá. Quise ser un toro, un buey, hasta un castor, y me siento feliz de ser parte de tu abril. Pasaron rápidamente los años y el tiempo se detuvo por un instante para contar y recordar la historia de mi pasado, cayendo en la más grata sorpresa de mi vida, soplando cincuenta velas continuas. Caminando en la obediencia y perfeccionando mi andar estuvo siempre tu mano, que nunca dejó que resbalara o cayera en el pozo del dolor y en la aflicción. Gracias a tu alegría […]