Hablar de José Luis Sánchez del Río (beato mexicano) es hablar de un digno ejemplo de amor, de entrega y servicio a Dios. El 20 de abril de 2012 se estrenó en México la película «Cristiada», que narra la guerra de los cristeros durante la persecución religiosa de la década de 1920, en el gobierno de Plutarco Elías Calles. Cabe destacar lo que el pueblo mexicano vivió con la resistencia a la aplicación de legislación y políticas públicas orientadas a restringir la participación de la Iglesia católica sobre los bienes de la nación, así como de los procedimientos civiles.

Acontecimientos que marcaron la historia de un país poderoso, desarrollado, libre, autónomo y laico; ejemplo para muchos países de América Latina que todavía siguen bajo el yugo y la manipulación de los intereses económicos de la Iglesia católica, enriqueciéndose día a día bajo la ignorancia de los feligreses, quienes por su humildad y su fe no llegan a ver el trasfondo de un poderío que lo único que hace es enriquecerse y hacer más pobres a los pobres. Este es el caso de decenas de prelaturas que aún existen formando territorios, y que ponen en riesgo la soberanía de un pueblo.

El filme, que destaca todos los sucesos que se vivieron en aquella época, está bien logrado, habiendo sido sujeto a un profundo estudio e investigación; es una verdadera historia que a muchos nos cautivará, con el futuro santo de Sahuayo, Michoacán. Una historia que todo creyente en Dios, y no en la Iglesia, está obligado a ver y no a juzgar. Una película que impactará a muchos y les aseguro saldrán muy contentos de conocer una verdad que les enriquecerá por completo. Solo les invito a no caer en las redes de la confusión y del odio a la sinrazón.

La voz de José Luis del Río gritando «¡Viva Cristo Rey!»,»¡Viva la Virgen de Guadalupe!», los impactará; y lágrimas brotarán de sus ojos, tan solo de ver el dolor de un niño de once años desollado solo por amar a Dios. Esta película nos invita a amar a Dios por sobre todas las cosas y no a la Iglesia, que solo nos trae corrupción y demás, porque abrir su corazón a Dios no es derecho ni exclusividad de una organización política religiosa. Invito a todos los peruanos (estreno 17 de enero de 2013) a ver esta película con los ojos despiertos; es decir, con un sentido crítico constructivo, y darse cuenta del encierro en el que aún viven y que pronto puedan salir de él.

Bendito seas José Luis Sánchez del Río.

¡Viva Cristo Rey!  ¡Viva la Virgen de Guadalupe!