¡VIVA MÉXICO, CHINGAO!…
Levanto mi caballito con un buen tequila mexicano para brindar por otro aniversario patrio de nuestro gran México. Como mi segunda patria le canto con el alma, corazón y vida. Le doy gracias por dejarme ser libre y soberano, por volar como un águila real, pisando fuerte el nopal y devorando a la serpiente con una mordedura letal.
Y hablando de mi comida preferida en este bello país, qué mejor que los tacos al pastor, aunque muchos dicen que es similar al kebab turco o a la comida mediterránea del Oriente. Dicha fusión con lo nuestro, producto del propio mestizaje, los hace aun más ricos. En esta ocasión tan importante, quisiera compartir mi receta casera para que se «chupen los dedos».
Para el adobo de un kilo de carne de cerdo se necesita, aproximadamente, 9 chiles pasilla, 9 chiles guajillo, 2 dientes de ajos pelados, 1/2 naranja, 1/4 vinagre de vino blanco, 3 cucharadas de achiote, 1/2 cucharada de comino y pimienta negra, y 1 clavo de olor.
En primer lugar, remojar los chiles en agua caliente con sal. En cuanto estén suaves y desvenados, licuarlos con todos los ingredientes y hervir durante 10 minutos a fuego suave. Luego, esperar a que el adobo se enfríe.
Agregar los filetes de carne de cerdo al adobo y dejarlos marinar por más de tres horas, para luego freírlos en una comal hasta que se doren. Sírvase en dos tortillas pequeñas acompañados de cebolla picada y cilantro, y agregar trozos de piña. Si se desea un toque muy al estilo de Cuernavaca, preparar una salsa de chile jalapeño. Con estos tacos al pastor y un buen tequila en mano, les digo: ¡VIVA MÉXICO, CHINGAO!