Apareció por la mañana un diminuto hombre con nombres eslavos, con su sonrisa a flor de piel me abrazó y me dijo la frase trillada que todos los años suelo escuchar, sin merecer, ¡Feliz día Papá!  Una hermosa tarjeta amarilla, hecha con sus bellas manos, cautivó mi sentir, era el dibujo de una corbata que poco suelo usar y, dentro de ella, un dibujo que simbolizaba las imágenes del día anterior, que fuimos al cine a ver «Kung Fu Panda 2». Así me veía, sentado con mi niño, dibujado en unas butacas de un conocido cine en San Miguel.

Ingredientes para el pastel

3 tazas de harina preparada, 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio, media taza de cocoa, dos tazas de leche fresca, dos cucharadas de jugo de limón, tres huevos, una taza de aceite vegetal, dos y media tazas de azúcar, mantequilla sin sal para engrasar el molde.

Nunca me imaginé que la torta de chocolate me supiera a un hermoso niño de 9 años. ¡Qué mejor regalo tuve este tercer domingo de junio! Llenarme del amor de un pequeño bello, gracioso y muy inteligente niño que Dios me regaló y que, hoy por hoy, es la luz que me trae siempre al Sur, con su mirada de niño bueno y con su sonrisota de conejo. Bendito seas hijo que eres el regalo que Dios me dio.