A partir de hoy… mi primavera en el tiempo y en la espera de un pequeño reloj que guarda la hora, con sus minutos y segundos, en su equinoccio de un deseo inmediato, eterno y confuso.

A partir de hoy… las flores abiertas en gama de multicolores son risas abiertas a la bienvenida y a la incansable dicha, que con su suave brisa nos trae a una unión creada por las manos perfectas, que en algún tiempo el viento se llevó, pero que trajo consigo un nuevo capullo de amor.

A partir de hoy… los equinoccios no duermen, solo salen en la fecha exacta para regalarnos pétalos sanos, por la alegría sembrada en una tierra fértil, bella, majestuosa, sin daños y perjuicios, con un «te quiero» en una simple oración.

A partir de hoy… este será mi primer y último verdor, en el ósculo que en la tolerancia encuentra su razón de existir, en un absurdo amancebamiento de deseo pasional, y es la dulzura de tu equívoca voz, que forma el cántico del hasta ahora sinrazón.

A partir de hoy… te dejo mis recuerdos y renuncio a la insaciable y cruenta lucha de tus desvelados pensamientos, así como las manos ocultas que quisieron enterrar mi vida y mis obras, pero al verse descubiertas quedaron a la intemperie solas, sin el cariño de sus pistilos y de sus forúnculos pétalos.

A partir de hoy…abro las puertas al nuevo triunfo del amor.