MI FUSIL EN MANO
Mientras el mundo gasta su tiempo destruyéndose, la ignorancia no quita pecado y se torna aberrante, porque no nos bastan los terremotos y maremotos, ni cientos o miles de muertos, sino que nos importa más fortalecer nuestro ego en el poder hacia los demás, demostrando tener siempre la razón y el dominio sobre las cosas en nuestro planeta. Olvidémonos de las armas nucleares, que no tienen cabida en nuestras vidas.
Solo sé que soy un poeta que habita dentro de este universo, creo versos y prosas, así como recreo mi mente en la fuerza del fusil de una rosa. Porque la capacidad de entender o comprender es para los sabios, que nos enseñan a vivir y estar en paz sin bregar y sin sentir los efectos de las guerras, que han querido contaminar nuestro río y que carguemos en nuestros hombros la furia del viento, del mar.
Hoy mi poesía no es épica ni lírica, hoy mi poesía se torna dramática, sin dejar de tener en mis manos las cuentas de una rosa, porque la fuerza de la oración destruirá todo desamor. Desde mi río al río, en mi lucha reiterada, con mi fusil en mano.