¿Por qué hay personas que se cierran las puertas en este mundo? Todo es causa del desamor, alimento principal que desde niños les sembraron y consecuencia lógica de  su infelicidad. Solo hay dos caminos, por los que tendremos que optar,  que determinarán la evolución a nuestra consciencia: uno se dirige al mal, que son los miedos y la destrucción; y el otro, que se dirige al bien: que implica  tanto la compresión como la tolerancia.

Seamos sinceros en aceptar y en enmendar nuestros errores e equivocaciones, a pesar de que sintamos que nos encontramos en una constante lucha, pues recibiremos el premio por haber vencido nuestras pruebas. No creamos tener siempre la razón, la humildad radica en obedecer las voluntades del siempre eterno. Las puertas se las cierra uno mismo a medida que se deje seducir por la mentira o, mejor dicho, por su mentira, lo cual ocasiona estragos en su vida. Cuando se tiene el conocimiento de lo que se está haciendo, no hay lugar a duda: ‘el arrepentimiento’.

No dejemos que nos arrebaten la llave que nos llevará a la cima del cielo, seamos conscientes del duro trabajo que tenemos que emprender para que no se nos cierren las puertas y tener la perspicacia para entender, penetrar y aceptar el camino a seguir,  porque la llave transcendental en nuestras vidas es rendirnos a nuestro superior jerárquico y, con ello, el éxito nos alcanzará en toda su plenitud. ¡Que siempre impere la verdad!