TAN SOLO TE PIDO UN MILAGRO.
Señor de los Milagros, a ti no podemos ocultarte nada, tú perfectamente sabes nuestra historia y hoy, con la humildad de mi espíritu, quiero pedirte perdón por todo aquello que te haya ofendido, así como a nuestra hermana humanidad. Sabemos que este mes de octubre se lo dedicas a todos los peruanos, ya sea que se encuentren en el extranjero o en el país, y concedes milagros a tus hijos que muestran un corazón contrito, que realmente reconocen tu poder y tu gloria.
Señor de los Milagros, a ti siempre me dirijo y hoy más que nunca, para pedirte un rayito de tu santa sabiduría, para que llegue a lo más profundo de mi corazón; un corazón abatido, un corazón dolido, un corazón a punto de romperse, un corazón a punto de volar, tan solo un corazón débil, muy débil.
Señor de los Milagros, muchos han sido los años que te he servido y te seguiré sirviendo, hasta que me tomes en tus brazos. No puedo quejarme, me has dado todo o casi todo en esta vida y en este silencio mi llanto sobra, porque en tu perfección sabes lo que me falta. En mi tristeza siento que la vida se me va y estoy a punto de estallar con esta melancolía.
Señor de los Milagros,
¡Aquí vengo en procesión!
Señor de los Milagros,
¡Tan solo te pido un milagro!
Señor de los Milagros,
¡Ayúdame, por favor!